Te extraño al fumar solo
y recurro a sentir tu presencia
en la rebelión del pensamiento,
las voces son las tuyas,
reprochando o perdonando siempre,
juego a que existe el futuro
y a diario veo en tu recuerdo una esperanza.
Canto con tus sentidos
confundo al tiempo y te espero,
en un dolor de sabores tiernos,
en la legaña de un mendigo que frente al mar empieza a volar.
pienso en ti, costumbre vana,
de nada sirve repetirtu rostro en la mente,
ahora llèvame al cielo que escapa de su azul,
o al paraíso artificial con sus precios a pagar.
jueves, 29 de octubre de 2009
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