La avenida
Que forjada a pasos
Recoge miradas
tiene brazos largos y amarillos
cuando
es el viento
Señor del silencio y no al revès.
Por la quinta avenida mi voz se suicida
En este puente de un solo lado,
Casa andina , melodioso cuzqueñar
Olor a tè, muerte y pescado,
En calle insegura, el mundo es una pelota
Esperando su càlido lonche.
miércoles, 18 de marzo de 2009
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